Alberto Ginastera

  • Superficie de escenario: 1.365 m2
  • Embocadura: 18.00 m
  • Profundidad: 17.60 m (hasta la proyección de la última vara de maquinaria).
  • Altura media: 20.50 m
  • Ancho medio: 27.00 m
  • Largo: 22.00 m
  • Distancia hasta cabinas: 37.00 m

La sala principal, inaugurada el 12 de octubre de 1999 -y posteriormente denominada “Alberto Ginastera” en el año 2000-, es el ámbito de normal desarrollo de las temporadas líricas, espectáculos coreográficos, y conciertos sinfónicos y populares. Es una de las más importantes de América Latina.

En la actualidad, entre plateas y los tres niveles de palcos y galerías, la Sala Ginastera está en condiciones de albergar a 1.780 espectadores. Posee la forma tradicional “a la italiana” en herradura, con una geometría y proporción armónica que aseguran su buen funcionamiento y un excelente nivel acústico. Se encuentra ubicada en el centro del edificio, equidistante de los circuitos de circulación técnica y artística como de los ingresos desde el exterior.

La Ginastera fue cerrada en noviembre de 2017 bajo el pretexto de un reacondicionamiento que nunca llegó. Lo que continuó fue un abandono que significó una parálisis casi total acompañada de filtraciones, inundaciones, vandalización, falta de iluminación, camarines inutilizables y desprendimiento de cielorrasos.

En 2023, bajo la gestión del gobernador, Axel Kicillof, con la presidencia de Florencia Saintout en el Instituto Cultural, el gobierno bonaerense realizó una fuerte inversión que permitió la reapertura de la sala.

Actualmente, el escenario permite varias posibilidades respecto a las escenografías, efectos lumínicos y de sonido que se diferencian con las técnicas escenográficas tradicionales. La concepción del mismo responde a una forma clásica de escenario en cruz. La particularidad que tiene la Ginastera es que posee grandes espacios laterales y un espacio posterior. En estos lugares se pueden almacenar, simultáneamente, carros de diferentes tamaños con escenografías corpóreas. También cuenta con dos montacargas que conectan al mismo con las áreas de taller ubicadas en el 4° subsuelo, espacio donde se realizan los grandes decorados, para facilitar y agilizar su traslado.

El foso de la orquesta cuenta con un sistema de cinco pistones que suben individualmente hasta el nivel del escenario, prolongando la extensión del mismo en diversos espectáculos como conciertos sinfónicos y recitales de música popular.

Su maquinaria escénica de avanzada permite ofrecer obras de difícil montaje, con plataformas móviles y un sistema computarizado de iluminación de última generación. Presidiendo la sala se alza una imponente araña de bronce de tres toneladas y 400 lámparas de 25.000 watts. Es ámbito de normal desarrollo de las temporadas líricas, espectáculos coreográficos, y conciertos sinfónicos y populares.

El telón es otra de sus particularidades. De apertura italiana con velocidad variable, está confeccionado con pana roja y es controlado por medio del sistema computarizado del escenario. Comprende también un telón de seguridad ignífugo, que sirve además como aislante acústico y se encuentra motorizado. Permite también ensayos simultáneos de orquesta en el foso y de ópera y ballet en escena. 

La sala comprende un sistema de subtitulado, por medio de una proyección de video controlada por computación que se sitúa por encima del telón.

Por último, cuenta con un aro magnético en la Platea Baja que capta los sonidos del escenario y los reproduce sin ruidos perturbadores y a un volumen normal.  Se trata de un sistema que entrega su señal de salida amplificada a un cable que se instala rodeando el perímetro de la Sala Ginastera. Como consecuencia, se produce en la superficie de la misma un campo magnético que copia exactamente a la señal audible. Está especialmente diseñado para gente con discapacidad auditiva y que posea audífono con bobina telefónica. Es una característica particular de la sala, que permite la inclusión de personas hipoacúsicas.