Concierto sinfónico-coral dedicado a obras de Brahms y Schubert

03/11/2025 - La Orquesta y el Coro Estables interpretarán importantes piezas de estos grandes compositores. Entrada gratuita con reserva online. 

Concierto sinfónico-coral dedicado a obras de Brahms y Schubert

El Ciclo Anual de Conciertos continuará con la presentación de la Orquesta y el Coro Estables que se realizará el domingo 9 de noviembre, a las 18, en la Sala Alberto Ginastera. Con la dirección de Carlos Vieu y la preparación del Coro de Santiago Cano, se interpretarán, en la primera parte, Danza húngara N° 1, en sol menor; “Nänie”, para coro  y orquesta, Op. 82 y “Schicksalslied” (“Canto del destino”), para coro y orquesta, Op. 54, de Johannes Brahms. Y en la segunda parte se ejecutarán la Obertura de “Rosamunda” (“El arpa mágica”), D. 797, y la Sinfonía N° 8, en si menor, “Inconclusa”, D. 759, de Franz Schubert.

Sobre las obras que integran el programa

Las 21 “Danzas húngaras”, inspiradas en su mayoría en alegres temas de la tradición magiar, fueron compuestas por Johannes Brahms (1833-1897) en 1869. La primera y la quinta son las más conocidas y es habitual que se las incluya en los programas de concierto. Influyeron en las creaciones de  otros destacados músicos clásicos, como es notorio -por ejemplo- en las “Danzas eslavas” de Antonín Dvořák.

“Nänie”, para coro y orquesta, fue creada por Brahms (1833-1897) entre 1880 y 1881 en memoria de un amigo fallecido, el pintor Anselm Feuerbach. El artista puso música al poema homónimo de Friedrich Schiller, que comienza con los versos “¡incluso la belleza debe morir!”. No se refiere a la pérdida de una persona específica sino que es un lamento abstracto porque aún a lo más perfecto y hermoso le llegará inevitablemente su final.

“Schicksalslied” (“Canto del destino”) es una obra para coro y orquesta desarrollada por Brahms entre 1868 y 1871. Se basa en un poema de Friedrich Hölderlin que contrapone la dicha celestial de los dioses con el sufrimiento al que están condenados los mortales por su misma condición humana. Es considerada, junto a “Un réquiem alemán”, una de las mejores obras corales de su autor.

En 1823 Franz Schubert (1797-1828) compuso música incidental para la pieza teatral “Rosamunda, princesa de Chipre” de Wilhelmina von Chécy. El drama se estrenó, con escasa repercusión, a fines de ese mismo año en Viena y el libreto manuscrito acabó extraviándose. Lo que sí sobrevivió, afortunadamente, es la música escrita por Schubert. En especial la radiante Obertura, aunque la que generalmente se ejecuta hoy no es la de 1823 (rescatada por el músico de su temprana ópera “Alfonso y Estrella”) sino otra que el compositor publicó en 1824 y retoma otra creación suya anterior (“El arpa encantada”). 

Schubert comenzó 13 sinfonías y solo completó 7. Entre las que quedaron inacabadas se destaca la octava, conocida como “Inconclusa”, que sin embargo se convirtió en una de sus obras orquestales más populares. Solo tiene dos movimientos completos y un boceto para un Scherzo del tercer movimiento, casi íntegro en partitura para piano pero con únicamente dos páginas orquestadas. Se discute si en 1822 dejó esta sinfonía sin terminar por motivos de salud o porque prefirió pasar a otros trabajos. Distintos compositores de diferentes épocas, con mayor o menor acierto, terminaron la orquestación del tercer movimiento y escribieron un movimiento final (generalmente inspirándose -suponiendo que fue la intención del propio Schubert- en parte de la música incidental creada para “Rosamunda”).

►RESERVA DE ENTRADAS 

Las entradas gratuitas, con reserva online, se podrán obtener a partir del viernes 7 de noviembre, a las 12, a través del sigueinte  link.

Las personas mayores de 65 años tendrán además la opción de reservar tickets de forma presencial, mediante un cupo de entradas destinadas a tal fin, también el viernes 7 de noviembre, de 12 a 18, acercándose a la boletería del Teatro y presentando su DNI.

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